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La correa de seguimiento larga para perros está pensada para dueños que necesitan trabajar el recuerdo, el rastreo o la obediencia a distancia con perros medianos y grandes. A diferencia de una correa corta de paseo, este modelo ofrece varios metros de longitud (3, 5, 10 o hasta 20 m) para que el perro pueda moverse con mucha más libertad sin perder el contacto contigo.
Es una herramienta muy útil para adiestramiento en exteriores, ejercicios de búsqueda, juegos de olfato o simplemente para permitir que el perro explore el entorno con seguridad en parques, campos abiertos o playas autorizadas. El material de nailon resistente y el mosquetón metálico giratorio están diseñados para soportar el uso frecuente con perros activos y potentes.
La correa está fabricada en nailon de alta calidad, un material conocido por su resistencia a la tracción y a la abrasión. El tejido presenta una superficie ligeramente texturizada que ayuda a mejorar el agarre, incluso cuando la correa está húmeda o cuando llevas guantes finos. Esto reduce el riesgo de que la correa se deslice de las manos en un tirón inesperado.
Además, el material es relativamente ligero teniendo en cuenta la longitud de la cuerda, por lo que resulta más cómodo de manejar incluso en las versiones de 10 y 20 m. La correa puede enrollarse fácilmente para transportarla en la mano o guardarla en una mochila cuando no se está utilizando.
Este modelo se ofrece en varias longitudes: 3 m, 5 m, 10 m y 20 m. Cada medida tiene ventajas específicas según el tipo de ejercicio o entorno:
Puedes elegir una única longitud o combinar varias según el tipo de salida que suelas hacer con tu perro.
La correa incorpora un mosquetón metálico giratorio en uno de sus extremos, compatible con la mayoría de collares y arneses. El giro de 360º ayuda a evitar que la correa se enrede sobre sí misma cuando el perro cambia de dirección o da vueltas durante los ejercicios de rastreo.
Este tipo de mosquetón está pensado para soportar la fuerza de perros medianos y grandes, siempre que la correa se utilice de forma adecuada. Aun así, se recomienda revisar periódicamente el mecanismo de cierre y el punto de unión con el nailon para garantizar que todo se mantiene en buen estado.
La correa de seguimiento es una herramienta clásica en adiestramiento canino. Permite trabajar órdenes de recuerdo, giros, paradas y cambios de dirección a distancia, asegurando que el perro sigue respondiendo incluso cuando se aleja de ti. También se utiliza en ejercicios de rastreo deportivo o de búsqueda, donde el perro sigue un rastro mientras el guía mantiene un control físico sobre la línea.
Al mismo tiempo, puede ser de gran ayuda para perros con un instinto de persecución muy marcado o con tendencia a alejarse demasiado. Les da sensación de libertad, pero siempre dentro de un margen seguro.
Aunque la correa es larga, su diseño busca también la comodidad de la persona que la maneja. El grosor del nailon y su textura facilitan el agarre, y es posible utilizar guantes finos si se trabaja a gran distancia o durante largos periodos de tiempo.
Para recoger la correa, puedes enrollarla en guirnalda o en espiral, evitando nudos innecesarios. Con un poco de práctica, se vuelve muy sencillo ajustar la longitud en tiempo real, soltando más cuerda cuando el perro se aleja y recogiéndola cuando necesitas acortar la distancia.
Como con cualquier correa larga, es importante prestar atención al entorno. Evita que la cuerda se enrede alrededor de árboles, postes o las piernas de otras personas. En zonas con tráfico, utiliza longitudes más cortas y mantén a tu perro cerca para reducir riesgos.
No es recomendable utilizar este tipo de correa con collares de castigo o muy finos; en su lugar, se aconseja combinarla con un arnés cómodo y resistente que reparta mejor la fuerza. Revisa periódicamente el estado del material, especialmente si el perro suele tirar con intensidad.
El nailon es un material relativamente fácil de mantener. Tras paseos en zonas con barro o agua, puedes limpiar la correa con un paño húmedo o, si está muy sucia, lavarla con agua templada y un detergente suave. Déjala secar al aire completamente antes de guardarla para evitar malos olores o deterioro prematuro.
Guarda la correa en un lugar seco, lejos de fuentes de calor extremo o exposición solar continua, para que el color y la resistencia del material se mantengan en buen estado durante más tiempo.





